03 abril 2011

Objetivos

Poderes extraordinarios

de Ramiro Calle, del libro “Cuentos espirituales del Tibet”

Un arrogante asceta se acercó hasta Buda para decirle:
Señor, durante años me he ejercitado en todo tipo de austeridades, ayunos, penitencias y automortificaciones, y por fin he conseguido caminar sobre las aguas.

Buda lo miró unos instantes y luego despegó los labios para decir:
Amigo mío, ¡qué pérdida de tiempo, habiendo barcas!


Tomado de: Cuentos con luz propia

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